Una estudiante muy joven, de 14 años, lanza un jarro de agua a la Ministra de Educación, desesperada por su silencio, por su complicidad, por el cierre unilateral de un diálogo. Saltan las presidentas, los parlamentarios, los mercaderes de la educación, los alcaldes a condenar, a proponer sanciones, a satanizar la "falta de democracia" .... "Es un mal ejercicio para la democracia" dijo la mujer que mantuvo silencio frente a la huelga de hambre -por más de 100 días- de una mujer de esas a las que prometía escuchar .... No fue un mal ejercicio para la democracia NO recibir a los Mapuche que caminaron por más de 700 kilómetros -desde el sur hasta la Moneda- para ejercer su derecho a la palabra ....
No sé por qué, me salta a la cabeza el vaso de leche, de ese cuento popular chileno, en que la dueña de un restaurant -frente a la impotencia y la verguenza de quien lo ha pedido sin tener con que pagar- deposita en la misma mesa y en silencio, otro vaso de leche ....
Ayer, María Música lanzó agua a la titular de Educación y si bien, prefiero descartar acciones que impliquen algun daño físico a otros u otras, creo que el gesto muestra la impotencia frente a la sordera gubernamental y el silencio cómplice frente a la violación de los derechos humanos en el gobierno de Bachelet y en todos los gobiernos de la Concertación, donde los móviles represivos han desarrollado su maldad sin límites.
La Ministra escuchaba bajo el paradigma bacheletista del "vamos a ser un gobierno que escuche a la gente", con la brutalidad silenciosa del hormigón armado ....
Para estos atropellos a los Derechos Humanos en estas "democraduras" no hay palabras de sanción. Desgraciadamente más allá de la pequeña certeza de que es imposible sancionar a la Música, tenemos la convicción de que desde el gobierno, para la educación, NO hay vasos de leche ....
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