Simulaciones matemáticas constatan la degradación del ecosistema mediterráneo a causa de la pesca
Este método puede servir para realizar predicciones y llevar a cabo una gestión sostenible de los mares. Fecha de publicación: octubre de 2008.
Un equipo de biólogos y matemáticos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha llevado a cabo una serie de simulaciones matemáticas que han servido para explicar la evolución del ecosistema mediterráneo noroccidental en las últimas tres décadas y sentar las bases para realizar predicciones de futuro. Este modelo, si bien se ha realizado a partir de datos de la costa catalana, es aplicable a otras zonas del Mediterráneo, explicaron desde el CSIC.
La degradación del ecosistema debido a los cambios provocados, sobre todo por la pesca, ha quedado evidenciada en la aplicación del modelo. "La disminución de grandes depredadores como el rape, la merluza o los tiburones demersales y de competidores por el alimento, como sardinas o anchoas, ha cambiado la estructura del ecosistema, lo que ha disminuido el nivel trófico de la comunidad, así como el índice de biodiversidad basado en la biomasa", explicó Isabel Palomera, del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC, Barcelona). Asimismo, se puede ver una proliferación de especies no comerciales como algunos invertebrados bentónicos (gambas, cangrejos o pulpos) y peces bentopelágicos sin interés comercial, afirmó la investigadora.
El modelo ha sido probado con datos recogidos en la costa catalana entre 1978 y 2003 referidos a la biomasa de las principales especies, el número de capturas y otros factores ambientales. Los resultados obtenidos al introducir estos datos en el modelo coinciden con escenarios reales de varias partes del Mediterráneo, lo que apunta a que se trata de "un modelo numérico eficaz que podrá ser utilizado para hacer predicciones", asegura el CSIC.
Pesca sostenible
"Este tipo de aplicaciones de modelos ecológicos que representan todo el sistema marino se había realizado en varios lugares, pero nunca hasta ahora en el Mediterráneo, donde la pesca es uno de los factores que mayor presión ejercen sobre el ecosistema", apuntó Palomera. El trabajo también señala que para entender la evolución del ecosistema es necesario conocer cómo las especies marinas interaccionan entre ellas, cómo la pesca modifica estas interacciones y la forma en que los factores ambientales influyen sobre la dinámica general del medio.
Este modelo matemático se convierte así en una herramienta útil para llevar a cabo una gestión sostenible de la pesca. "Desde hace unos años se habla de la necesidad de gestionar la pesca no sólo en función de qué cantidad hay de una especie concreta, sino de cómo la pesca de una determinada especie afectará de modo directo o indirecto a la evolución de todo el ecosistema", concluye el CSIC.
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