Marie Duru-Bellat y el círculo de las desigualdades de género:"En Matemáticas y en Física las niñas tienen mayores logros si están con sus pares"La académica e investigadora del Instituto de Ciencias Políticas de París asegura que cuando las alumnas estudian junto a hombres tienden a no rendir en las áreas tradicionalmente masculinas. PAMELA ARAVENA BOLÍVAR
Pequeña, delgada, sencilla; parece una turista más, pero es una francesa con decenas de estudios que ha hecho como académica del Instituto de Ciencias Políticas de París y experta en educación.
Marie Duru-Bellat estuvo en Chile para participar en la Cátedra Michel Foucault, iniciativa conjunta de la Universidad de Chile y la Embajada de Francia en el país. Ahí conversó con "El Mercurio" sobre uno de los temas que la apasionan: las diferencias de género en la escuela. "No hay consensos sobre si es mejor el sistema mixto o la educación diferenciada para hombres y mujeres", dice de entrada. Por eso, ella no aboga por una ni por otra, simplemente pide que el tema se debata.
-¿En qué ha consistido su investigación sobre las desigualdades de género?
"Es una síntesis de lo que hemos observado especialmente en Inglaterra, Australia y Nueva Zelandia, donde existen los dos tipos de educación. En Francia, en cambio, está prohibida la educación diferenciada por sexos. En todos esos países existen muchos estudios que han comparado los logros de los alumnos en ambos tipos de escuela".
-Al parecer, los profesores esperan poco de las niñas en materias científicas y les exigen menos. ¿Qué otras evidencias hay al respecto?
"En Matemáticas y en Física, generalmente, las niñas tienen mayores logros cuando están con sus pares y no en compañía de niños. Puede ser una paradoja, pero el estereotipo masculino y femenino sólo se manifiesta en grupos mixtos. Cuando las niñas están solas, piensan que ellas pueden lograr todos los aprendizajes".
-¿Cuán generalizado es este problema?
"Según la evidencia, en los colegios mixtos, las chicas se obsesionan desde más temprana edad con su apariencia y evitan parecer buenas en materias supuestamente reservadas a los hombres. Por su parte, los niños tienden a afirmar su virilidad, por lo que se muestran más rebeldes y funcionan sin considerar a la autoridad, y eso afecta su rendimiento. Buena parte de los propios estudiantes viven la amenaza de los estereotipos al hacer lo que se espera de ellos, por ser mujeres u hombres: un círculo de reproducción de las desigualdades".
-¿Hay estudios que refuercen esta evidencia?
"Hay estudios de psicología experimental donde se les muestra a los alumnos un dibujo para reproducir. Si se les dice que es un ejercicio de geometría, las mujeres lo hacen mal; si se les dice que es arte, entonces lo hacen bien. El problema es que los profesores también reproducen el estereotipo: les hemos mostrado videos sobre su actitud en la sala y se sorprenden al descubrir que dejan menos tiempo para interactuar a las niñas que a los niños".
-A su juicio, ¿debería terminar la educación mixta?
"No, no creo en el fin de la educación mixta, pero sí en que se debe debatir el problema y buscar soluciones, por ejemplo, creando horas no mixtas, especialmente en algunas etapas de la vida. Por ejemplo, en materias científicas, las escuelas universitarias de élite han descubierto que si las primeras semanas separan a las mujeres, después sus logros serán similares al de los hombres, porque adquieren confianza en sus habilidades y conocimientos".
-En Chile hay varios colegios que han anunciado que se harán mixtos. ¿Qué les sugeriría?
"La tendencia mundial es ir hacia la educación mixta, pero el proceso debe ser acompañado muy de cerca, con políticas que enseñen a los profesores a evitar la reproducción de esos estereotipos, a dejar horas especiales para cada grupo, a creer en las potencialidades de todos.