Iniciativa "Un mouse por niño":
Escolares aprenden matemática con la ayuda de un mouse y su destreza mental
Proyecto diseñado por alumnos de ingeniería de la Universidad Católica tiene los mismos impactos positivos en el aprendizaje que la iniciativa "Un computador por niño" de Nicolás Negroponte.
Pamela Elgueda
Todo partió hace cuatro años con el desafío que les propuso el profesor Miguel Nussbaum, del departamento de Ciencias de la Computación de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica: lograr conectar 40 mouses a un computador.
Hoy, Arturo Tagle y Cristián Alcoholado -estudiantes de magíster y doctorado-, pueden decir con satisfacción que lograron no sólo cumplir el reto del académico, sino también que con esta estrategia de trabajo y el software con el que la probaron consiguieron que niños de 3° básico mejoraran sus aprendizajes en matemática.
"Tuvimos que resolver una serie de problemas antes. Lográbamos conectar quince computadores y no más", comenta Arturo Tagle acerca de los comienzos de esta iniciativa que llamaron "One mouse per child", parafraseando el proyecto de Nicolás Negroponte "One laptop per child". De hecho, la idea inicial, justamente, era comparar el impacto de ambas iniciativas, considerando que la chilena es considerablemente más barata de implementar.
Cuando lograron conectar los 40 mouses a un computador y tenían listo el software con el que trabajarían, partieron al colegio San Luis Beltrán a probar cómo resultaba. Ahí tuvieron el apoyo de Fondecyt y Microsoft para comparar el efecto de su iniciativa con la de Negroponte y con el trabajo clásico con pizarrón, lápiz y papel.
El resultado: lograron el mismo impacto que el proyecto de Negroponte, con la diferencia que el de ellos y el profesor Nussbaum es más barato.
Los niños trabajan en grupos de cinco y cada uno se identifica en una pantalla con un ícono. Sólo con la ayuda del mouse , cada escolar va resolviendo problemas aritméticos que le exigen, por ejemplo, hacer cálculos mentales.
"A cada niño le sale un ejercicio distinto. Ellos deben pasar 72 niveles de dificultad, todo generado a partir del currículo para su curso. Ellos van recibiendo retroalimentación inmediata, saben al momento si se equivocaron, pueden trabajar de manera colaborativa y, por sobre todo, esta forma de trabajar los motiva mucho", comenta Cristián Alcoholado.
Este año, con el apoyo de Enlaces y Eduinnova, están probando su iniciativa en cinco colegios (dos de Maipú y tres de Las Condes), básicamente para ver qué pasa con el interés de los niños a medida que avanza el proyecto y determinar si existen diferencias socioeconómicas en el uso de esta estrategia.
El próximo año probarán el software de Lenguaje, preparado para alumnos de 7° básico.
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