Geometría NO Euclídea:
Desde los tiempos de Euclides
(c. 325-270 a.C.), el conocido postulado (Quinto) de las paralelas parecía describir de
manera razonable el funcionamiento de nuestro mundo tridimensional. Seún el
postulado, si tenemos una recta y un punto que no pertenece a ella, sólo existe
UNA recta, en su plano que pase por el punto y que no tenga intersección con la
recta original.
Con el tiempo, las formulaciones
de la geometría NO Euclídea (en que este postulado se niega de 2 formas) han
tenido consecuencias dramáticas (y prácticas). Según Einstein, “Concedo una gran
importancia a esta interpretación de la geometría; si no hubiera contado con
ella, no habría sido capaz de desarrollar la teoría de la relatividad”. De
hecho, la relatividad general de Einstein representa el espacio tiempo con una
geometría no euclídea que puede curvarse en la proximidad de los campos gravitatorios
como el sol y los planetas (Piense en una bola de acero del tamaño de su mano puesta
sobre el cobertor de su cama, curva el cobertor y atrae a una bolita de cristal
que cruzara el espacio curvado por la esfera mayor).
En 1820 el ruso Nicolai
Lobachevsky publicó “On the principles of Geometry”, donde postuló una geometría consistente basada en la
premisa de que el postulado Quinto era falso (cosa que también había descubierto Bolyai
antes pero sin publicar). En 1854, el matemático alemán Bernhard
Riemann generalizó los hallazgos de Bolyai y Lobachevsky al demostrar que eran
posibles diversas geometrías no euclídeas.
Riemann señaló en cierta ocasión
que “el valor de la geometría no euclídea reside en la capacidad de liberarnos
de ideas preconcebidas como paso previo para la exploración de leyes físicas
que exigen geometrías distintas de la propuesta por Euclides”. Su preicción se
cumplió años después con la Teoría General de la Relatividad de Einstein.
(“El libro de las matemáticas”-The
Math Book- Pickover Clifford A. -2011-)
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