A lo largo de la historia, las ciencias exactas han cautivado a personas cuyos oficios nada tienen que ver con las matemáticas. Son muchos los casos y van desde papas hasta presidentes.
Es bien conocida la fascinación que sintió Napoleón Bonaparte, emperador de Francia, por las matemáticas. Tuvo una gran amistad con algunos de los mejores matemáticos de la época, entre ellos: Joseph Louis Lagrange, Gaspard Monge y Pierre Simon Laplace. Pero, lo más sorprendente es que hay un teorema que lleva el nombre del emperador, bueno la verdad el teorema no es de Napoleón sino de Lorenzo Mascheroni uno de sus amigos matemático que dedicó al emperador su obra: Geometria del compasso.
Teorema:
Dado un triángulo cualquiera de lados (a, b, c), si a partir de los lados del triángulo (a, b, c) se construyen tres triángulo equiláteros, entonces los puntos centrales (baricentros) de los triángulos equiláteros forman también un triángulo equilátero."
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