Grigori Perelman, de 44 años, es un genio de las matemáticas que vive austeramente con su madre anciana en un piso diminuto de San Petersburgo y se mantiene dando clases particulares de matemáticas, más concretamente aquellas que no superen lo exigido por el segundo curso de la Facultad, según declaró él mismo.
Perelman resolvió la famosa “conjetura de Poincaré”, un problema matemático que llevaba 109 años sin solucionarse y que se consideraba uno de los “7 problemas del Milenio”. El lunes se celebra en París la Clay Research Conference, en estrecha colaboración con el Instituto Henri Poincaré, con tres días de conferencias dedicados a este logro matemático, pero parece que Perelman no piensa venir a recoger su premio, que asciende a un millón de dólares. Ha dicho a los periodistas que “lo tiene todo y no necesita dinero”.
El genial matemático ruso ya rechazó, en 2006, recoger la Medalla Fields (una especie de Nobel de las Matemáticas, dotado con 10.000 dólares) que entregaba el Rey Juan Carlos I en Madrid.
Recientemente, el diario ruso “Komsomoltskaya Pravda” publicó un artículo con el provocador título de “Perelman demostró que no hay Dios” (ver aquí: http://www.kp.ru/daily/24466.4/626061/ ). Leyendo el artículo se ve claro que no tiene nada que ver con Dios: el articulista buscaba un titular llamativo. La “conjetura de Poincaré” ayuda a entender el “Big Bang” y para el articulista el “Big Bang” es contrario al teísmo. Esta es una idea más que dudosa, y numerosos lectores respondieron que entre el “Big Bang” y el Dios Creador del monoteísmo no hay contradicción ni dificultad alguna. (De hecho, cuando el genial matemático y sacerdote George Lemaitre empezó a hablar del Big Bang a principios del siglo XX muchos se le oponían por considerarlo “demasiado religioso”).
Entonces un tal “David” escribió un “post” en la web comentando la noticia. El comentario era, textualmente, este (una traductora profesional lo traduce del ruso para ForumLibertas):
“Todas estas habladurías provienen del desconocimiento. Grisha [diminutivo familiar de Gregorio] y yo somos amigos desde la infancia. Aunque proviene de una familia de judíos bautizados, es un asceta profundamente creyente y monje virgen. Todo su apartamento está forrado de iconos veterortodoxos. Lleva barba al estilo veterortodoxo y una gran cruz en el cuello. En el bolsillo lleva “lesvitsa” [rosario ortodoxo] y reza a Dios incluso de noche. Sólo se le puede ver en templos veterortodoxos. En general es superreligioso, de eso provienen todas sus rarezas. Más aún, Grisha está convencido de que ha demostrado matemáticamente la existencia de Dios.”
Este comentario saltó al “Pravda” en inglés y de allí se extendió por la prensa internacional incluyendo el diario español “ABC”. En la versión en inglés da la sensación de que un amigo del genio haya explicado al diario que Perelman ha demostrado matemáticamente la existencia de Dios, y desaparece (en inglés o en español) toda mención a los “veterortodoxos” o “viejocreyentes”, una rama de la ortodoxia que se negó a aceptar las reformas ilustradas del Zar Pedro el Grande y ha sido perseguida durante siglos, siendo en la actualidad muy minoritaria en Rusia. Es una comunidad que no acepta el bautismo ortodoxo y es muy hostil a todo lo que implique documentación estatal y disponibilidad a servir al estado.
Hemos rastreado en Internet en ruso, español e inglés, y no hay ningún otro indicio de que Perelman sea cristiano ni teísta (ni tampoco ateo). Abundan testimonios sobre su personalidad de ermitaño: no es persona brusca o irascible, sino extremadamente educada, silenciosa. En Estados Unidos, donde vivió un tiempo, recuerdan que sólo comía pan, queso y agua. También afirman que durante un tiempo se dejó muy largas las uñas. Efectivamente su pelo y barba recuerdan al de un monje o ermitaño. Y es evidente que activamente, incluso proféticamente, rehúye las glorias mundanas y el dinero. (No hay nada impío en recoger un premio de 1 millón de dólares, pero renunciar a él puede ser una forma de hacer pensar a muchos en el valor de la austeridad, un gesto evangelizador, profético).
Repasado Internet en 3 idiomas, no hay nada que enlace todo este comportamiento, tan propio de los “blazhenniye” rusos, los “santos locos” de la tradición ortodoxa, con la fe cristiana. Vecinos que han estado en su casa nunca dijeron ver iconos, sino un piso desnudo. Se le han hecho fotos en su cuarto, desde ventanas de otros edificios, y no se ven iconos.
Si Perelman es un cristiano devoto, casaría bien con la forma rusa de entender el ascetismo y la vida retirada. Pero hoy por hoy no hay ningún indicio más en este sentido. Si Perelman usa las matemáticas para conocer mejor a Dios (el cristianismo ha dado al mundo muchos genios matemáticos y físicos: Mersenne, Gassendi, Pascal, los jesuitas astrónomos, etc…) aún no lo ha hecho público. Un simple comentario de un anónimo no es prueba suficiente.
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