Estrictamente hablando, un lenguaje son medios verbalizados de comunicación que le permiten a una persona compartir un pensamiento a otra. Aún así, entre más compleja sea la idea que se quiera compartir, más difícil se convierte el lenguaje.
Por ejemplo, explicar verbalmente el por qué la suma del cuadrado de los catetos de un triángulo rectángulo es igual a cuadrado de su hipotenusa necesita un párrafo largo y tedioso. Y esto es un ejemplo bastante simple, el querer explicar alguna cosa más compicada podría llegar a ser casi imposible, usando solamente palabras.
Aquí es en donde entran los símbolos matemáticos, que hoy en día son aceptados universalmente; ellos comprimen la información de una manera que ningún otro ‘lenguaje’ podría hacerlo. De ahí viene mi reflexión.
Aún así la mayoría de la gente sólo tiene acceso a este ‘lenguaje’ en sus maneras más simples, por ejemplo la aritmética, el álgebra y la geometría, los cuales nos son enseñados en la escuela porque los usamos todos los días. Desde un dependiente de una tienda que necesitará de aritmética (claro, si no hay por ahí una máquina que le haga todo el trabajo), y la gente con trabajos más técnicos, usa el álgebra y la geometría, y quizás algunas otras herramientas como los algoritmos, trigonometría o cálculo si se usan cantidades que varían según el tiempo y el espacio. En este sentido, las matemáticas son un lenguaje minoritario entendible sólo a especialistas todas las naciones.
Creo que el tiempo en que estos niveles de matemáticas sean más de ‘dominio público’ se está acercando. Las ‘nuevas’ matemáticas ahora se enseñan en algunas escuelas, además de el enfoque más tradicional. Claro que los principios no han variado y se da una introducción sencilla, pero la manera en que se enseñan las matemáticas tiene que cambiar para poder verlas como un todo en lugar de una serie de conocimientos separados, para poder así atraer a más gente cuyo perfil natural son las artes. En verdad las matemáticas no son difíciles.
Las matemáticas han sido descritas como ‘la punta de flecha de la filosofía de la naturaleza’, y probablemente era muy cierto hasta el siglo XIX. Las matemáticas crecieron independientemente en occidente, en India, en China y en los países árabes. Es más, muchos de os descubrimientos hechos por la escuela griega y la escuela alejandrina de geometría; representada por Pitágoras, Éuclides, Arquímedes, Tales de Mileto, etc.; ya eran conocidos en los demás lugares.
La verdad es que Occidente se enriqueció con las matemáticas de todo el mundo, y no fue hasta el siglo quince que ese renacimiento llegó a su máximo esplendor. Descartes revivió la geometría algebraica, Neper trajo los logaritmos Leibnitz el cálculo, de la mano de Newton. La geometría no Euclidiana fue desarrollada por Lobachevsky y después siguió Einstein, aunque de ahí en adelante todo era más Física que Matemáticas.
Aún así, ambas herramientas, las Matemáticas puras y la aplicadas, son indispensables para el desarrollo de la ciencia. Las Matemáticas puras llegan como la máxima expresión del proceso deductivo y las aplicadas son cuando los desarrollos mismos se hacen para satisfacer los necesidades de la ciencia y la tecnología.
Las matemáticas son hechos expresados en un lenguaje especial, son ideas que se encierran en las cuatro dimensiones sobre las cuales opera la mente humana. Las otras dimensiones, quizás otras seis, deben ser comprimidas en un espacio infinitesimal, y hasta hoy, se mantienen como una incógnita más.
¿Son las Matemáticas el lenguje de nuestro tiempo? La verdad, de una u otra manera, para mi, sonel único lenguaje universal.
(Por Zapata;
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